FORMANDO
LECTORES COMPETENTES
La lectura es la
principal fuente de enriquecimiento del lenguaje, además constituye la fuente
de la cual fluye y fluirá su futura capacidad de expresión y comprensión del
mundo.
Por ello, es
importante formar niños lectores porque la lectura enriquece y estimula
intelectualmente al estudiante. Al leer comprensivamente, no sólo es un
receptor de la información, sino que enriquece el texto gracias a sus propios
aportes. Quien más lee, está más “alerta” y en mejores condiciones para enfrentar
nuevos desafíos intelectuales.
Asimismo, los
conocimientos previos juegan un papel muy importante en la comprensión lectora
porque son los condicionantes del proceso lector y para todo tipo de
aprendizaje, pues una estructura de conocimientos rica y variada facilitará el
proceso de comprensión, mientras que una estructura pobre y uniforme
interferirá negativamente en la comprensión y el análisis del texto y, por
tanto, en el gusto por leer.
Los saberes o
conocimientos previos también son trascendentes pues el significado de un
texto, está determinado, en gran medida, por lo que el propio lector aporta
cuando desarrolla inferencias, las mismas que se producen haciendo uso de lo
que sabe acerca del mundo existente en su interior, en su memoria a largo plazo.
Las estrategias
que se pueden emplear para aprovechar los conocimientos previos pueden ser:
lluvia de ideas, presentar una imagen o fotografía que evoque sus saberes o
recuerdos, a través de la presentación del “sombrero mágico” que contenga el
objeto el cual deseamos que los niños evoquen y expresen sus experiencias
relacionadas con él.
Por otra parte,
tenemos que tener en cuenta las microhabilidades de la comprensión lectora, las
cuales van de la letra hasta el mensaje comunicativo, y que no intentan ser
exhaustivas. En el caso de los niños de primer grado de primaria, desarrollamos
la percepción, la memoria, la anticipación, la lectura rápida y la lectura
atenta, la inferencia, y nos falta desarrollar las ideas principales, la
estructura y forma, leer entre líneas y la auto evaluación.
Por ello, para
que mi institución educativa se convierta en una Institución Lectora
propondría:
– Establecer el espacio “EL MOMENTO DE LA LECTURA” donde
los integrantes de la comunidad educativa desarrollen la lectura de un texto
elegido por ellos mismos.
–
Animar a los padres de familia y comunidad a participar
de las actividades de animación lectora, para que sean lectores modelo.
– Promover convenios con diferentes instituciones:
editoriales, biblioteca nacional o del distrito, etc.
– Realizar la compra de libros con el apoyo de APAFA para
incrementar la biblioteca del colegio y las de las aulas.
–
Realizar semanalmente un “cuentacuentos” o una función de
títeres.
– Realizar la “Feria de nuestros libros” donde se muestren
los libros producidos por los niños y niñas y que sean leídos por otros
estudiantes.
Finalmente, como docentes y, por lo
tanto, formadores de lectores y escritores competentes, resulta fundamental ser
conscientes de los procesos personales de lectura; es indispensable reflexionar
en torno a lo que se hace, desde la experiencia individual, paso a paso: así
será más fácil compartir la experiencia con los estudiantes, ayudarlos a
resolver problemas y guiarlos de manera efectiva para facilitarles el camino en
la comprensión de textos.